Cada uno de los últimos 365 días, el sector público español contrató a 409 nuevos asalariados. Cada uno de esos mismos días, el sector privado perdió 1.709 empleos. El número de empleados públicos creció 4,6% interanual en el primer trimestre, su mayor ritmo en doce años. En cambio, el del sector privado se contrajo 3,8%. Tal vez sean los únicos datos que se necesitan para saber que el mercado de trabajo lleva una dinámica insostenible.
Con Felipe González, el peso del empleo público tocó un máximo del 18,1% del empleo total. Con Zapatero, alcanzó a 17,9%. Pedro Sánchez ya se coloca a unas décimas de ellos, con 17,7%. Pero Sánchez ya ha batido un récord histórico: la proporción de empleados públicos temporales es 29,9%, algo nunca alcanzado antes y muy superior al 23,2% que es la temporalidad en el sector privado.
Una lectura superficial podría concluir que, dada la magnitud de la crisis, los datos de la Encuesta de Población Activa del primer trimestre no son tan malos. La ocupación cae 2,4% y el número de parados sube 10,3%. Tómese como referencia que, en el primer trimestre de 2009, el empleo cayó 6,5% y el paro subió 83%. La tasa de paro es 16%, solo 1,6 puntos porcentuales más que hace un año (en el primer trimestre de 2009, la misma saltó 7,6 p.p., llegando a 17,2%).
Los datos superficiales no son un buen indicador de lo que pasa. En el primer trimestre hubo unas 790.000 personas en ERTE. Si los contamos como parados, la tasa de paro llega a 19,4%. Pero hay más. En los últimos doce meses hubo 133.600 personas que perdieron su empleo, pero no comenzaron a buscar trabajo: tampoco cuentan como parados, sino como inactivos. Si el número de empleados públicos fuese el mismo que encontró Sánchez al llegar a La Moncloa (contingente que estaba lejos de poder considerarse como escaso), habría 280.000 empleados públicos menos. Finalmente, en los últimos doce meses, la cantidad de subocupados (trabajan menos horas de las normales, quieren trabajar más, pero no encuentran donde) subió en 263.200 personas.
Con todos esos ajustes (ERTE, desalentados, exceso de empleo público e incremento de subocupados), la tasa de paro real puede estimarse en 22,3%, con 5,1 millones de personas con problemas laborales (o 6,8 millones si incluimos a todos los subocupados, que en total suman 1,9 millones).
Quien quiera ver la magnitud de la tragedia que vivimos puede hacerlo, sin falta de ajustes. Aun contando a la gente en ERTE como ocupada, el número de españoles con estudios hasta primarios trabajando, cayó 20,2% interanual. Hoy trabaja en Hostelería un 21,9% menos de personas que hace un año. La cantidad de parados en Navarra subió un 35%, y en Canarias, Cataluña y País Vasco, más de un 20%. El empleo en el servicio doméstico cae por undécimo trimestre consecutivo (quienes defienden una nueva subida del salario mínimo deberían explicar por qué ocurre esto). El número de ocupados en la Hostelería retrocedió al nivel de 2007, en el Comercio al de 2010 y en las Manufacturas, al de 2011. Hoy trabaja en España tanta gente como en 2005, siempre contando a aquellos en ERTE como ocupados.
El gobierno apuesta a que el plan de vacunación y los fondos europeos bastarán para encarrilar la situación. Se equivoca. Al ritmo de los últimos cuatro meses, faltan 400 días para inmunizar al 70% de la población adulta. Los fondos europeos no son más que un nuevo “Plan E”, pero a lo bestia: inversiones en sectores escogidos con criterios políticos, incapaces por sí mismos de mover una economía grande como la española. Lo mejor que podemos esperar de esos fondos es que obliguen al gobierno de Sánchez a hacer alguna de las reformas que no quiere hacer.
Se necesita con urgencia un plan serio que devuelva la confianza para estimular la inversión y, con ella, la creación de empleo. Un primer paso sería dejar de amenazar con subidas de impuestos. Pero la gente sabe “con qué bueyes ara”: preguntada por la situación económica del país, el saldo negativo de respuestas es el peor de la serie histórica. Los resultados que cabe esperar van en línea con esa respuesta. @diebarcelo
Publicado en Expansión el 30/4/2021