Se ha conocido que el gobierno nacional “no descarta” entrar en el accionariado de Deoleo para “garantizar su españolidad”. Deoleo es la empresa líder mundial en la venta de aceite de oliva embotellado, con muchas marcas conocidas (Carbonell, Koipe, etc.). Cerca del 75% de sus ventas son exportaciones, que van a más de 100 países.
¿Qué es la “españolidad” de una empresa? Unos pueden considerar que una empresa es “española” si el 100% de sus propietarios lo son. Otros se conformarían con el 51% y otros más, con que los españoles tuvieran una participación suficiente para controlar las decisiones. Si una empresa tuviera su sede en España pero sus dueños fueran extranjeros, ¿sería española? O al contrario, si una compañía ubicara su sede central en París pero sus dueños fueran españoles, ¿sería española o francesa? Como se ve, es un concepto resbaladizo. De hecho, no está en ningún manual de economía porque se trata de una idea “política”.
Hace unos meses, la firma británica CVC Capital Partners alcanzó una participación del 48,1% en el capital de la empresa. ¿Es por eso que el gobierno quiere “garantizar la españolidad” de Deoleo? (sea lo que fuere que entiende por eso). Sería extraño, porque también son accionistas Unicaja (11,3%), Caixabank (5,3%) y Kutxabank (4,8%), de cuyo carácter “español” no cabe dudar. Lo razonable es que los nuevos socios mayoritarios intenten hacer crecer las ventas y la rentabilidad de la empresa, que en 2014 perdió 74 millones de euros. ¿Cuál es el temor del gobierno? ¿Se cree capaz de llevar la empresa mejor que sus propios dueños?
Resulta curioso que el gobierno hable de “garantizar la españolidad” de Deoleo cuando al mismo tiempo lleva gastados casi 900 millones de euros en subsidiar, mediante los sucesivos planes PIVE, la compra de vehículos que en cerca un 80% son importados. Tampoco se entiende que lo haga pocas semanas después de haber dado entrada a inversores extranjeros en el capital de AENA, que hasta entonces era “100% española”. ¿No se dice siempre (con toda razón) que la inversión extranjera es bienvenida? ¿Por qué en el aceite de oliva no y en los aeropuertos sí?
CVC Capital Partners también participa en el capital de Abertis,Cortefiel, IDC Salud y Operador R. Sin embargo, el tema de la “españolidad” solo preocupa al gobierno (¡afortunadamente!) en el caso de Deoleo. No alcanzo a entender los motivos.
En todo caso, para el consumidor, lo único relevante es que cuando vaya al supermercado encuentre aceite de oliva en distintas variedades y precios, para poder elegir el que prefiera. Lo mismo ocurre con los jabones, la mantequilla y cualquier otro producto. Que el artículo en cuestión esté fabricado en España o no es secundario. Y eso es bueno para todos: si los consumidores solo compraran cosas hechas en su propio país, sería imposible exportar y la variedad de productos a nuestra disposición sería mucho más reducida y, seguramente, de menor calidad (por la menor competencia).
Entiéndase bien: si un grupo de empresarios españoles decidiera, por el motivo que fuere, comprar el 100% de Deoleo para hacerla plenamente “española”, no habría nada que objetar. El problema es que el gobierno considere la posibilidad de invertir el dinero del contribuyente en una empresa (sea Deoleo o cualquier otra) cuando al mismo tiempo no tiene dinero para atender sus funciones. En 2015, las Administraciones Públicas gastarán 47.000 millones de euros más de los que ingresarán. Y aunque no hubiese déficit fiscal, la inversión en Deoleo no tendría sentido: cualquier ciudadano que quiera acciones de la empresa puede comprarlas en la bolsa.
Bastante tiene el gobierno con mejorar la eficacia con que presta sus servicios indelegables. Suficiente tarea debería ser, además, mejorar la calidad de la educación o asegurar el futuro de las pensiones. Dejemos tranquilo al aceite de oliva, que en buenas manos parece estar.
Publicado por Diego Barceló Larran en Te Interesa el 9-3-2015